¿Alguna vez te has detenido a pensar en cómo tus pensamientos afectan tus emociones y comportamientos? Lo que pensamos influye directamente en nuestras emociones y comportamientos debido a la conexión entre nuestras cogniciones (pensamientos), emociones y acciones. William James, padre de la psicología estadounidense, dijo que el mayor descubrimiento del siglo XIX fue el poder del subconsciente tocado por la fe. En todo ser humano se encuentra una reserva ilimitada de poder que puede sobrepasar cualquier problema del mundo.
La felicidad real y verdadera llegará a tu vida el día que seas plenamente consciente de que puedes sobreponerte a cualquier debilidad y que tu subconsciente puede resolver tus problemas, curar tu cuerpo y hacerte prosperar más allá de tus sueños más ilusorios. Quise darles una breve ilustración de lo que trata la reestructuración cognitiva. Es muy simple cuando sabemos utilizarla a nuestro favor, y es que nada es fácil cuando ya tenemos una trayectoria de vida que nos ha enseñado a dar todo por sentado, donde es más fácil causar lástima y donde es más sencillo darle la responsabilidad a otro de nuestra vida y de lo que nos pasa.
Venimos programados desde nuestra concepción y, si fuera poco, los traumas que sufrió nuestra abuela, sus penas y sufrimientos, las dificultades que pasó en la infancia o con nuestro abuelo, las pérdidas tempranas de seres queridos… todo esto se filtró hasta cierto punto en los cuidados maternales que dedicó nuestra madre. Si nos remontamos a una generación más, es probable que viéramos lo mismo en cuanto a cuidados maternales que recibió nuestra abuela.
Es posible que no veamos con claridad los detalles de los hechos que dieron forma a la vida de estas personas; sin embargo, podemos sentir las repercusiones de estos detalles. No solo lo que heredamos de nuestros padres, sino también los cuidados que recibieron ellos de sus padres, influyen sobre nuestras relaciones con nosotros mismos y sobre cómo criamos a nuestros propios hijos. Los padres, para bien o para mal, tienden a transmitir el tipo de atención paterna que recibieron. Al parecer, tenemos programadas en el cerebro estas pautas y empiezan a formarse incluso antes de que nazcamos. Nuestra vinculación con nuestra madre cuando estamos en el seno materno es fundamental para el desarrollo de nuestros circuitos neuronales.
Todo esto se los digo para que entendamos un poco de dónde se forman nuestros circuitos neuronales y lo que nos rige pensar y actuar como lo hacemos. Cuando decidimos ser conscientes de todo esto y cómo funciona nuestra mente, tendríamos más claridad de cómo podríamos transformarla. Como les decía anteriormente, no es nada fácil cambiar la estructura que ya tenemos, pero no es imposible, siempre y cuando decidamos hacerlo desde la consciencia de querer abandonar nuestros patrones, creencias y hábitos limitantes y decidamos crear desde la seguridad, la abundancia y la armonía en nuestro entorno.
Podrían decir que soy insistente con el tema de la mente subconsciente, pero créanme que todo viene desde allí. Podríamos imaginarnos fácilmente los efectos que produce la confianza y la imaginación, particularmente cuando ambas cualidades son recíprocas entre los individuos y las personas que les influyen. Esto quiere decir que debemos empezar a ver el mundo no como nos lo han venido enseñando, sino como queremos, a través de experiencias propias, de aciertos y desaciertos, combinándolos con lo que queremos y sentimos.
como siempre acá estoy a su servicio, les envío un fuerte abrazo con rayito de luz!