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Emociones

Bueno, acá nos encontramos de nuevo, con este tema que es uno de mis favoritos, y que posiblemente lo seguiremos abordando en varias ocasiones, es un tema bastante extenso e importante, y que creo que nos atañe a todos como seres humanos pertenecientes en esta dimensión material. Una vez hablando con un paciente me dice que no sabe controlar sus emociones y que le perjudica enormemente en su vida cotidiana, ya que se siente enfermo, física y mentalmente. Creo que esto no solo le pasaba a mi paciente, puedo decir confiadamente que nos ha pasado y sigue pasando a muchas de las personas que me leen. ¿Alguna vez te has sentido abrumado por tus emociones y has luchado por gestionarlas de forma saludable? Si es así, no estás solo. La mayoría de las personas demonizamos y categorizamos las emociones como “malas o buenas” esto no es del todo cierto, ya que las emociones son el conjunto de rasgos y el carácter de cada individuo, según Nico Frijda (1927-2015) cree que las emociones básicas nos ofrecen la oportunidad de conocernos mejor. Acompañan la activación biológica que nos ayuda a percibirlas y hacer más conscientes de los sentimientos resultantes. Así podemos tenerlas más en cuenta a la hora de tomar decisiones y si reflexionamos sinceramente, profundizaremos en el autoconocimiento. De todos modos, Frijda, limita las emociones básicas a la alegría, la vergüenza, la tristeza, la ira, el miedo, asco, amor, la lista es interminable, estas son las que la mayoría de nosotros conocemos. Todas estas son respuestas espontáneas a circunstancias que revelan mucho sobre nuestra relación con el entorno. La razón las interpreta con un termómetro para garantizar nuestro bienestar mental, “el yo emocional y el yo racional no son independientes, por el contrario, están mucho más relacionadas de lo que parece.

Las emociones que sentimos como la frustración, enojo, temor, indiferencia, lamentación, incredulidad, melancolía, nostalgia, entre muchas otras, las sentimos, pero no sabemos de dónde vienen, o porque sentimos lo que sentimos puede estar interrelacionado con el trauma emocional, es un tipo de lesión psicológica que resulta de un evento perturbador, aterrador o abrumador. Puede manifestarse de diferentes maneras y afectar profundamente la salud mental y emocional de una persona. Este trauma es invisible, pero posiblemente es más doloroso que el físico, debería ser tratado y curado. La memoria es la que determina si un evento sigue siendo traumático o no, por ejemplo, tienes un accidente de coche, te lastimaste un brazo, te quedan morados, el carro sufre un pequeño daño, pero en este proceso mucha gente tiene compasión contigo, te ayudan, te visitan, ves una preocupación de ese momento en ellos, te llevan, te traen, están pendientes de ti, y con el tiempo el brazo te sana, los morados se desvanecen, cambias de carro, todo depende de cómo te sentiste en esos momentos, la frustración, el dolor no físico, sino emocional, siempre vas a recordar más la atención que recibiste o no, de las personas que te acompañaron en la curación o no, y si no tuviste a nadie que te acompañara, ni sintiera esa compasión por ti se trasforma en trauma de los recuerdos, y tu mente saboteadora rumiante empieza a darte la razón de todo el tiempo que te has sentido que no vales nada, que nadie se preocupa por ti, de que no te quieren, que no eres suficiente, y empieza tu diálogo interno a hacer ruido con toda la información que tienes de pequeño, y si no sabemos controlar, callar nuestra mente rumiante puede tener la consecuencia a un impacto negativo en la calidad de vida.

Una vez que comprendas e identifiques tus emociones, es importante que las expreses. Es sano que te permitas sentir todos los sentimientos que surjan, sean positivos o negativos. Si estás triste, permítete llorar. Si estás enfadado, exprésalo de forma segura y adecuada. La clave está en permitirte sentir, ya que las emociones son una parte esencial del ser humano, expresar tus emociones sin juzgarlas ni reprimirlas. En otras palabras, las emociones nos dicen qué sentimos y por qué lo sentimos. Es importante aprender a reconocer e identificar las emociones para asegurarnos de que las gestionamos de forma saludable.

No se imaginan cuanto disfrute haciéndoles este artículo, espero que ustedes también lo disfruten y se sientan tan identificados como yo. Cada línea es para nosotros que somos una comunidad de personas que queremos reconectar con nuestro verdadero ser, me incluyo, porque también aprendo de la mano de ustedes. Es un tema tan complejo que no me sería posible abarcarlo todo en un artículo, por eso, si quieres información más profunda sobre cómo tratar las emociones y hacer que trabajen a tu favor en lugar de en tu contra, te animo a que te permitas sentir y hablar de tus emociones, abiertamente en una sección de acompañamiento conmigo. Abarcaremos todas las formas diferentes en que las emociones pueden influir en tu vida, amorosa, económica, social, familiar, tanto positiva como negativamente, y te daré estrategias prácticas para gestionarlas y aprovecharlas para lograr tus objetivos. ¡Espero verte pronto!

Me despido con un abrazo de amor.